El Gobierno reveló sus exigencias en la
negociación que adelanta con la minera Cerro Matoso, que hace 16 años aseguró
su continuidad en las operaciones de explotación de níquel en Montelíbano
(Córdoba) hasta el año 2029, al pactar con el Estado que dos contratos, uno de
1963 y otro de 1971, quedaban cobijados bajo el contrato de aporte 051 de 1996.
Este último, que estableció una
prorroga por 30 años y la posibilidad de otros 15, quedó inscrito en el
registro minero en 1999.
El viceministro de Minas, Henry
Medina, dijo que el primer requerimiento será el pago, a partir de la firma de
la prórroga, de un porcentaje de regalía, adicional al 12 por ciento que existe
en este momento.
Dicho incremento es parte de la
negociación.
El segundo requisito del
Ejecutivo es el pago de una suma en dinero, en millones de dólares, cuyo monto
también está por definir.
Adicionalmente, antes del 2020
Cerro Matoso tendrá que hacer inversiones de mínimo 500 millones de dólares en
nueva tecnología, para mejorar e incrementar la producción.
Si la compañía no inyecta estos
recursos, no tendrá la opción de prórroga hasta el año 2044, pero igual tendrá
que seguir pagando la regalía adicional hasta cuando venza el contrato.
También, por petición del
presidente Santos, el Ministerio de Minas le exige a la minera incluir una
cláusula social, para darle beneficios adicionales a la comunidad de
Montelíbano, zona donde se ubica el yacimiento.
De acuerdo con Medina, las
peticiones gubernamentales apuntan a generar mayor empleo en la ampliación de
la mina, así como mayores regalías e impuestos, producto del aumento en la
producción.
Original de: Ómar G. Ahumada Rojas
Redacción de Economía y Negocios
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